domingo, 23 de noviembre de 2008

A CANDICE BERGEN con un beso.




CANDICE BERGEN:
"Creo que hay que aprender a vivir con uno mismo".

Por Waldemar Verdugo.
Fotos: Laura Cohen.
Publicado en VOGUE, junio de 1986.
UNOMASUNO, 22 de diciembre de 1987.

Candice Bergen es demasiado modesta para asumir el papel de diva; es demasiado inteligente para adoptar los aires de estrella que suelen tener las actrices del cine. Hace un tiempo conversamos con ella en la Ciudad de México; ahora en "Star Books" de Beverly Hills presenta su primer libro a la prensa: ella ha venido desde New York, donde vive como cualquier ama de casa norteamericana, pero con la diferencia de ser una de las actrices más queridas en su país. Actriz y periodista, Candice refleja una seguridad natural en su desempeño. La primera vez que la vi no sabía ante quien estaba: simplemente me enviaron a un hotel en el D.F., indicándome que Candice Bergen estaba en México promocionando un perfume y debía entrevistarla. Poco pude hacer para excusar mi ignorancia, así es que me dediqué a alabar su belleza, porque es francamente muy bonita. Ahora pienso igual: sin ninguna sofisticación, vestida de blanco y con el pelo tomado casualmente, firma libros a sus admiradores. Le digo que es imposible iniciar un diálogo con ella sin comentar su atractivo. Ríe y comenta:
-Como sólo pescado, frutas y vegetales.
-¿Cuántas cosas suceden en cinco años a una mujer como usted, joven, rica y famosa?
-Lo de "joven, rica y famosa" mejor que lo olvidemos...estoy muy contenta conmigo misma ahora que soy más madura. Es inherente al paso del tiempo ir ganando un mayor conocimiento de la vida, y qué bueno que así sea. Recuerdo que cuando tenía catorce años lo único que anhelaba era cumplir pronto los dieciocho. Luego no supe cómo llegué a los treinta y tantos...a veces me pregunto ¿qué vendrá ahora?. De repente me observo en el espejo para observar alguna señal de vejez, pero como soy una mujer optimista concluyo en que no estoy tan mal, y sigo adelante.
-¿Cómo transcurre su vida en New York?
-Por las mañanas salimos a correr con mi marido y procuramos acostarnos muy temprano. Siempre he tenido una vida muy tranquila, he preferido mantenerme al margen de algunas cosas para cuidar mi salud mental. Antes estaba sola, y ser una mujer que vive sola y trabaja sola es difícil; quizás este fenómeno no es tan fuerte en los países latinoamericanos como en Estados Unidos.
-¿La afecta la soledad?
-Yo tuve que pasar por ella y fue duro, aunque también tuve muchas ventajas. A veces me sentía sola y sentía molesta la soledad, pero al mismo tiempo quería tener tiempo para viajar, para hacer muchas cosas, y como de todas maneras odio las fiestas...además una persona cuando está sola tiene oportunidad de oirse a sí misma, de oírse pensar, adquiriendo la seguridad que es necesaria para desempeñar bien cualquier trabajo. Creo que hay que aprender a vivir con uno mismo, hay que aprender a usar esos momentos de soledad de manera constructiva, positiva, y más aún si se quiere vivir con otra persona después.
-Usted se ha casado con el director Louis Malle, a quien el cine le debe varias cintas clásicas.
-Mi esposo es lo más importante de mi vida. El me ha enseñado que en la relación de pareja es tan importante hacer el amor como conversar los problemas, pequeños y grandes, entenderse. Con él he aprendido que lo fundamental en un matrimonio es ser amigos.
Luego de protagonizar películas como "The group", "Carnal Knowledge", "El viento y el león", "Soldier Blue", "Bite the Bullet", "Love Story II", "Rich and Famous", "El Cañonero del Yang-Tse"... Candice ocupa un sitial sólido en el ámbito internacional. Le recuerdo que cuando conversamos en México, ella promocionaba un perfume; ahora en Hollywood lanza un libro; le pregunto si le ofrecen muchos productos para que promueva, y responde:
-Sí, me ofrecen algunos. Sin embargo, ahora es algo especial porque se trata de un libro escrito por mí. En todo caso, el promocionar algún producto es una excelente prueba para saber hasta dónde mi trabajo le agrada al ́público. El perfume que llevé a México, por ejemplo, fue toda una experiencia, ya que se creó el aroma con mi participación desde un principio, y vi cómo pasaron todo un año en el laboratorio experimentando hasta encontrar lo que deseaba, el aroma que quería. Incluso participé en el diseño del envase, el tipo de letra, los colores, y la clase de publicidad que se enfocaría.
-En México fue un éxito...
-Así es. Me permitió viajar por varios países latinoamericanos cuando hicimos esa propaganda.
-¿Qué le parece Latinoamérica?
-Me encanta. Me atrae mucho esa maravillosa combinación arquitectónica que hay en las ciudades precolombinas. Además aún es posible encontrar los extraordinarios matices de las construcciones coloniales combinadas con la qrquitectura moderna. Visitar países latinoamericanos es una experiencia estética.
Candice nació en California. De sus padres, el legendario ventrílocuo Edgar Bergen y la modelo Frances Westerman, heredó su interés por el arte: excelente fotógrafo, sus fotos han sido publicadas por Vogue, a partir de 1963, cuando viaja a New York y accede a trabajar como modelo, haciéndose famosa de la noche a la mañana con su rostro en la portada de prestigiadas revistas, y mirando a los neoyorquinos desde las marquesinas publicitando a firmas como Revlon... hasta que su trabajo llamó la atención del director Sidney Lumet, quien le dio el papel clave en "The group". Ella recuerda su primera película:
-Estaba también estudiando en la Universidad cuando me contrataron para mi primer film. El libro del cual se tomó el guión del fil había sido un bestseller; esto unido a la peculiaridad de que éramos ocho mujeres las protagonistas, hicieron de la cinta un éxito.
-Entre las películas que más le han dado satisfacciones, ¿cuáles podemos citar?
-Entre las que más me han interesado está "Wind and Lion" ("El viento y el león"), donde me rapta un sheik muy guapo, que era Sean Connery. Filmamos partes en España, que eran de una belleza increíble; estar allí fue como vivir un sueño, una fantasía; el ambiente arquitectónico moro, el estar semanas y semanas siempre rodeada por personas con atuendos sacados de "Las mil y una noches"... fue como un cuento, y el guión era estupendo.
-Usted ha hecho cintas clásicas, como "El Cañonero del Yang-Tse" con Steve McQuin, y otras marcadamente comerciales, como la segunda parte de "Love Story", con Ryan ÓNeal...
-No digo que no he hecho films artísticamente menores, pero cintas como "Love Story" son necesarias para cualquier actriz, porque son exitosas entre el público y representan para una entradas económicas. La industria del cine es como cualquier negocio: está orientada a desarrollar los gustos hacia lo que la gente quiere ver. Si en un país a la gente le gusta ver películas violentas, los productores harán este tipo de films para generar taquilla. Quizás ésta sea una de las cosas importantes que tiene el cine, porque marca un antecedente histórico del gusto del público. Por supuesto que hay cintas que ojalá no se filmaran, porque reflejan hasta el desgano por vivir y pueden resultar hasta negativa su masificación. "Love Story II", en todo caso, fue una buena experiencia para mí, y el público la aceptó bien.
-¿O sea que abomina la violencia en el cine?
-Desgraciadamente, la violencia es un tema que tiene mucha aceptación, y yo creo que lo ideal sería que no se tomara como fuente de inspiración para el cine; para mí es un tipo de cinematografía totalmente irracional.
-¿A quién le atribuye usted la culpa de la violencia en el cine? Hay quienes dicen que se debe atribuír a los productores, otros que a los escritores, que el público, que los directores...
-Pues, recuerdo haber leído que el productor Abel Hatman declaraba que la violencia en el cine era culpa de los directores, pero resulta que muchos reciben los guiones ya elaborados, y entonces ¿qué?. Yo no tengo una respuesta en verdad; ahora, todo el equipo que hace una película tiene que garantizar su éxito, y no pueden entonces excluir un tema tan frecuente como éste. Claro, yo creo que films con una simple historia de amor también son un éxito, pero tampoco se pueden repetir una y otra vez...quizás debemos atribuir la violencia a una falta de imaginación generalizada en nuestra época.
Mientras se desarrolla como actriz, Candice une a su desempeño periodístico en Vogue a un trabajo constante que ha desarrollado entrevistado a figuras del mundo entero para la televisión; un día está en Hong Kong y otro en Pekín, por ejemplo, mostrando la vida en ciudades de Oriente; luego la vemos en la televisión francesa hablando en África con miembros de la tribu Masai... lo cierto es que desde que se convirtió en figura internacional, nunca ha dejado de declarar que la fotografía y el periodismo, junto a su trabajo de actriz, son sus mayores pasiones:
-Me encantaría ganar un "Oscar", pero no como actriz, sino por escribir la película. Lo que más me gusta, lo que más he querido en mi desempeño profesional es mi trabajo de periodista. A través del cine se ha hecho conocido mi nombre y ésto me ha permitido, me ha facilitado mi trabajo como periodista, claro que ello, sin duda, no lo podría realizar si no fuese una buena reportera, una buena fotógrafa. En realidad son esas mis grandes pasiones.
-Este libro que presenta, ¿qué significa para usted?
-Significa muchísimo, me llevó cuatro años hacerlo. Me costó tanto tiempo porque quería estar segura de lo que quería decir exactamente. Pensé y pensé y finalmente concluí: soy hija de un par de actores famosos, y para mí ha sido una experiencia extraordinaria haber nacido y haber crecido en Hollywood, aunque ahora sólo venga de visita. Entonces mi libro habla del desarrollo de una niña en el ambiente de Hollywood. Recuerdo que mi casa estaba cerca de la de Judy Garland, y la visitábamos frecuentemente; éramos, y somos muy amigas con Liza (Minelli). En esa época, los padres de Liza tenían en su casa réplicas de los vestidos más famosos que había usado la MGM en sus películas. Entonces con Liza montábamos espectáculos, y era mi mayor felicidad convertirme en "Scarlett ÓHara" de "Lo que el viento se llevó"... esas experiencias poco comunes para quien ha vivido su niñez en Hollywood es lo que deseo rescatar, y es de lo que trata mi libro.
-Entonces, su compromiso actual es con su libro...
-Así es, estoy ahora comprometida con mi libro, y con mi esposo (ríe): son mis dos compromisos. Para mi ha sido fundamental el compromiso con Louis, comprometerme con alguien, enfrentar ese reto, vivir con alguien lo más cerca posible. Y no es fácil, porque nuestra época no alienta las relaciones largas, y ésta es, justamente, una razón más para enfrentar ese reto, para probar, para intentar vivir un gran amor. Creo que en este momento de mi vida mi realidad está completamente de acuerdo con mis sueños, siento que soy una mujer feliz.
-¿Y qué planes hacen las mujeres felices?
-Sigo concentrada en mi vida, en la de mi esposo. Yo quiero solidificar mi familia, agrandarla. Por eso, Louis y yo procrearemos otro niño. Nuestro primer hijo ya tiene cinco años, y un plan maravillosos es regalarle un hermano. Profesionalmente, estoy interesada en hacer algo para televisión: quisiera encontrar un personaje que uniera mis pasiones: el periodismo y el cine.
(c)VOGUE-México
Ahora cuando se edita esta edición en Internet, Louis Malle ya no está con nosotros. Vayan estas palabras en su recuerdo y a Candice con un beso.
(c)Waldemar Verdugo Fuentes.